La historia de un bombero ligado a la FCFM

Hugo Antonio Cerda, 64 años

Un día domingo 3 de marzo de 1985, a las 19:50 horas, ocurrió un movimiento sísmico. Ese día nos aprestábamos a regresar a nuestro lugar de trabajo, pero al mismo tiempo tenía una responsabilidad gratamente adquirida: llevaba pocos meses como voluntario en el Cuerpo de Bomberos de la Granja, San Ramón y La Pintana.

Luego de estar seguro de que no hubiera alguna dificultad en mi hogar, me dirigí a mi 4ta Compañía para acuartelarme y ponerme a disposición de lo que fuera necesario.

En aquella oportunidad, me tocó ver la fuerza con que la naturaleza nos había golpeado. Fue el temple que recibí como bombero.

Luego de dormir unas poquitas horas, debí presentarme en mi trabajo, en esos años la sección Servicio Social del Personal, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. En esas oficinas, que actualmente son ocupadas por nuestra Asociación de Funcionarios de Ingeniería (Asofing), se pueden apreciar algunas grietas que fueron rápidamente subsanadas. Sin embargo, los destrozos fueron bastante grandes en el edificio de la Escuela de Ingeniería, que en el transcurso de los años lograron ser reparados.

En lo referente a la parte humana, se notó que muchos funcionarios y compañeros míos de trabajo fueron afectados por el llamado “terremoto hipócrita”, que lo denominaron los especialistas de la época. Especialmente en la zona de Quinta Normal, las fachadas de las casas estaban intactas, pero al interior hubo mucha destrucción.

En aquella oportunidad, las asistentes sociales entregaron una suma de dinero de $15 mil de la época, destinada a los funcionarios afectados.